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Joint ventures: cómo funcionan y por qué son clave en el mercado español

Guía para entender sus características y cuáles son las principales joint ventures en España.
Joint venture
Las joint ventures se han consolidado como una fórmula estratégica que permite a las empresas colaborar en proyectos complejos sin fusionarse ni perder independencia jurídica.

En España, este modelo tiene un papel decisivo en el sector inmobiliario, especialmente en promociones residenciales, oficinas, logísticas y desarrollos urbanos. Además, han ganado protagonismo en ámbitos como la energía renovable, la movilidad eléctrica, la industria avanzada y la tecnología. En todos estos sectores, las joint ventures son clave para escalar inversiones, impulsar proyectos innovadores y combinar capacidades que aceleran el desarrollo de nuevos productos y soluciones.

¿Qué es una joint venture?

Una joint venture es un acuerdo temporal de colaboración entre dos o más empresas para desarrollar un proyecto común bajo un plan conjunto, compartiendo recursos, beneficios y responsabilidades. Cada empresa mantiene su personalidad jurídica y su actividad habitual, pero coopera dentro de una estructura definida para alcanzar un objetivo común.  

 

Estas asociaciones empresariales se utilizan sobre todo en iniciativas que requieren una inversión elevada o de gran escala, donde la suma de capacidades entre socios es clave. Un socio puede aportar capital, financiación, terrenos y tecnología, mientras que otro puede aportar experiencia operativa, red comercial o conocimiento sectorial.

A diferencia de una fusión o adquisición, una joint venture no integra ni absorbe a las empresas, sino que establece una forma jurídica flexible y temporal de cooperación. Su propósito es sumar fortalezas mediante una empresa conjunta, reducir riesgos, optimizar recursos e incrementar la viabilidad de proyectos con alto impacto económico o técnico. 

Características principales de una joint venture

Este modelo de colaboración empresarial se caracteriza por cinco elementos clave:

  • Independencia jurídica de los socios, que mantienen su propia actividad y estructura corporativa.
  • Duración limitada, vinculada al proyecto o a las fases pactadas en el acuerdo.
  • Reparto de riesgos, costes y beneficios, según se defina en el contrato de joint venture.
  • Aportaciones complementarias, que pueden incluir capital, activos, licencias, tecnología, personal, know-how, terrenos o red comercial.  
  • Contrato detallado, que regula la gobernanza, la toma de decisiones, las aportaciones de cada parte, los hitos del proyecto, las responsabilidades y los mecanismos de resolución de conflictos entre los socios. En las joint ventures de coinversión (equity), además del contrato entre las partes, es habitual formalizar la operación mediante una escritura pública de constitución de la sociedad y un pacto de socios donde se regula la gobernanza y las aportaciones de cada parte.

En el sector inmobiliario, este modelo es especialmente útil porque permite combinar capital, suelo, licencias, experiencia técnica y redes comerciales sin modificar la estructura de cada empresa ni comprometer su independencia a largo plazo.

Tipos de empresas que suelen crear joint ventures

Las joint ventures son especialmente comunes en sectores donde los proyectos requieren mucha inversión, tecnología avanzada o presencia en distintos mercados. Aunque cualquier compañía puede utilizarlas, algunos tipos de empresas recurren a ellas con más frecuencia.

Sector Ejemplo de objetivo de la joint venture
Inmobiliario y construcción Desarrollar suelos, financiar proyectos y compartir riesgos en promociones residenciales, logísticas u oficinas.
Energía y renovables Desplegar infraestructuras, compartir tecnología y asegurar la viabilidad de grandes inversiones.
Tecnología Crear nuevas plataformas, acelerar la innovación y combinar propiedad intelectual.
Industria y manufactura Producir nuevos modelos, optimizar cadenas de suministro y expandirse internacionalmente.
Retail y distribución Entrar en nuevos países, compartir redes de tiendas o reforzar la logística.
Movilidad y transporte Desarrollar infraestructuras y servicios conjuntos de vehículos, transporte o movilidad eléctrica.
Banca y seguros Ampliar la oferta, compartir canales comerciales y lanzar nuevos productos digitales.

Aunque estos sectores son los que más utilizan joint ventures, cualquier empresa puede recurrir a este modelo cuando necesita compartir inversión, acceder a nuevas capacidades o entrar en mercados que no podría abordar sola. Su flexibilidad hace que sea una herramienta estratégica aplicable a casi cualquier actividad económica.

Tipos de joint venture

Las joint ventures permiten adoptar distintas estructuras según el nivel de inversión, el grado de integración entre los socios y la complejidad del proyecto. Existen tres modelos principales.

Alianza estratégica (o joint venture estratégica)

No requiere necesariamente aportación de capital.

Se basa en la colaboración entre empresas que combinan capacidades complementarias (conocimiento técnico, tecnología, red comercial, acceso al mercado o licencias) para ejecutar un proyecto conjunto.

Cuándo se utiliza:

  • Cuando un socio aporta suelo y otro aporta la capacidad de desarrollo o comercialización.
  • Para acceder a nuevos mercados sin asumir grandes inversiones iniciales.
  • En proyectos donde la complementariedad técnica es más relevante que la aportación de capital.

Joint venture de coinversión (equity joint venture)

Requiere aportación económica o de activos por parte de los socios (capital, terrenos, licencias, tecnología, etc.).

Implica la creación de una nueva sociedad con personalidad jurídica propia, donde cada socio posee un porcentaje del capital.

Cuándo se utiliza:

  • En grandes desarrollos inmobiliarios con elevada inversión inicial.
  • En proyectos industriales o tecnológicos intensivos en capital.
  • Cuando los socios quieren compartir control, riesgos y beneficios bajo una estructura societaria clara.

Joint venture contractual (non-equity)

No se crea una nueva sociedad.

Toda la colaboración se articula mediante un contrato, que define aportaciones, funciones, responsabilidades y reparto de beneficios.

Cuándo se utiliza:

  • En proyectos puntuales o de corta duración.
  • En iniciativas de menor complejidad técnica o financiera.
  • Cuando los socios buscan rapidez, flexibilidad y evitar la constitución de una sociedad mercantil.

Estrategias de capital y financiación de una joint venture inmobiliaria

En una joint venture inmobiliaria, los socios combinan recursos financieros, técnicos y operativos para ejecutar proyectos que requieren una elevada inversión inicial. Las aportaciones pueden incluir:

  • Capital para financiar la adquisición de suelo, construcción o desarrollo del proyecto.
  • Terrenos y derechos urbanísticos, que aportan valor estratégico y mejoran la estructura de capital del proyecto.
  • Tecnología, licencias y know-how, especialmente en proyectos de construcción industrializada, eficiencia energética o gestión comercial.
  • Equipos técnicos y directivos que aportan capacidad operativa, experiencia en gestión de promociones y control de obra. 

Una ventaja clave es que las joint ventures tienen mayor acceso a financiación bancaria, ya que combinan activos (suelos, edificios, garantías), solvencia financiera, experiencia operativa y un modelo de riesgo compartido.

Esto reduce la exposición individual de cada socio y mejora las condiciones de financiación para el proyecto (apalancamiento, tipos, plazos y garantías).

Principales joint ventures en España

España cuenta con múltiples joint ventures exitosas en sectores como seguros, retail, movilidad, energía, tecnología e inmobiliario. Estas alianzas reúnen recursos y capacidades técnicas para proyectos conjuntos. Algunos ejemplos de joint ventures recientes incluyen:

  • BBVA y Allianz crean una joint venture para acelerar el negocio de seguros no vida en el mercado español.  
  • Stoneweg y BGO lanzaron una joint venture con un capital de 500 millones de euros destinada a impulsar el sector residencial en España. 
  • Catella AM y Entreriver pusieron en marcha una joint venture inmobiliaria con el objetivo de invertir 100 millones de euros en un periodo de tres años. 
  • Patrizia y Urbania constituyeron una joint venture enfocada en la inversión de más de 130 millones de euros en el ámbito residencial español. 

Cada vez más promotoras españolas crean joint ventures para desarrollar suelos, impulsar vivienda de obra nueva, ejecutar proyectos build to rent y compartir riesgos en desarrollos de escala.

Este modelo permite combinar capital, licencias, know-how constructivo y redes comerciales en un entorno de mercado competitivo.

Ventajas y desventajas de una joint venture

Ventajas de las joint ventures

  • Riesgos e inversiones compartidas, lo que reduce la exposición individual y facilita proyectos de mayor escala.
  • Capacidades complementarias, al unir fortalezas financieras, técnicas y operativas de cada socio, les permite abordar iniciativas que, de forma individual, serían más complejas.
  • Acceso a nuevos mercados, clientes y tecnologías, apoyándose en la experiencia y el posicionamiento de cada parte.
  • Mayor innovación, gracias a la combinación de know-how, modelos de negocio y tecnologías complementarias.
  • Mayor eficiencia operativa, al compartir recursos e infraestructuras y evitar duplicidades. Permite alcanzar economías de escala que reducen costes y mejoran la rentabilidad.

Desventajas de las joint ventures

  • Toma de decisiones más compleja, al requerir consenso entre todos los socios.
  • Posibles conflictos de intereses, que pueden generar tensiones en la gestión conjunta.
  • Pérdida parcial de autonomía, al ceder control sobre el proyecto común.
  • Choques culturales u operativos, si existen estilos de trabajo distintos.
  • Procesos de salida complicados, especialmente en la distribución de activos o responsabilidades.

FAQs - Preguntas frecuentes sobre joint ventures

¿Cómo se crea una joint venture en España?

Mediante un contrato entre las partes donde se definen aportaciones, responsabilidades, gobernanza, reparto de beneficios y mecanismos de salida. Cuando implica coinversión, suele constituirse una sociedad conjunta mediante escritura pública y pacto de socios.

¿Qué diferencia hay entre una joint venture y una UTE (Unión Temporal de Empresas)?

La UTE es una figura regulada legalmente en España para colaborar en obras o servicios públicos, con régimen fiscal propio y duración limitada. La joint venture es más flexible: puede adoptar forma contractual o societaria y se utiliza en proyectos de cualquier sector, no solo en contratación pública.

¿Cuánto dura una joint venture?

Solo el tiempo necesario para cumplir el objetivo del proyecto. Puede durar meses, varios años o hasta la liquidación del activo, según lo pactado en el contrato o estatutos de la sociedad conjunta.

¿Qué riesgos tiene una joint venture?

Los principales riesgos son conflictos en la toma de decisiones, diferencias operativas entre socios, limitaciones de control sobre el proyecto y dificultades en la salida o reparto de activos. Estos riesgos se reducen con un contrato bien definido y mecanismos claros de gobernanza.